En casa no puede faltar algo dulce y como quedaba un mango he pensado que iría bien para elaborar una coca y le he añadido la pulpa de una pera blanquilla porque, como sabéis, me gusta mezclar sabores. Olía de maravilla al hacerlo (el mango es una fruta con un aroma y sabor delicioso ) y más aún mientras se enfriaba en la rejilla.
INGREDIENTES
- 1 mango maduro
- 1 pera blanquilla
- 100g. de azúcar integral de caña (no tenía de las otras)
- 1/2 vaso de vino de aceite de maiz
- 3 huevos
- 2 sobres blancos y 2 azules (gasificantes)
- 230g. de harina de reposteria
- Jengibre
- Canela molida
- Batimos la pulpa del mango y la pera con el azúcar (le puse esta cantidad porque el mango es muy dulce ) y el aceite y vertemos la mezcla en un bol.
- A continuación batimos los huevos hasta que doblen su volumen y los incorporamos al bol . Tamizamos la harina con los sobres gasificantes blancos y con el jengibre y la canela y la agregamos al bol, removiendo con movimientos circulares.
- Por último añadimos los dos sobres azules y batimos un poco más. Engrasamos una bandeja alargada (32x22cm , la mía) y la enharinamos (yo suelo forrarla con papel de horneare, muy cómodo para desmoldar ) y vertemos el batido.
- Introducimos a horno precalentado a 170ºC durante 30 minutos (yo bajé, a los 10 minutos de cocción , la temperatura del horno a 160ºC). Lo dejamos enfriar en rejilla.
- Yo lo adorné con rajitas de mandarina, la piel del mango, unas guindas y unas hojitas de menta.
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